El Picoesquina

Resumo la descripción de tendencias que hace Llinares en su libro. Aunque no las había clasificado, en mi operativa he manejado de forma indirecta esta clasificación para seleccionar las entradas y salidas.

Básicamente consiste que la aplicación de la teoría de DOW, la más vieja y conocida base de análisis técnico. Para operar con una tendencia determinada se debe tener muy presente la tendencia inferior, ya que es la inferior la que determina los cambios y la superior ya que es la que determina la zona de mayores probabilidades.

La utilidad principal es identificar claramente nuestro horizonte de especulación, poniendo límites temporales acordes con la estrategia seguida. Cuando programé el sistema FERBLAI no sabía de la existencia de esta clasificación, pero introduje en el sistema un límite temporal de valoración decreciente que encaja muy bien para identificar los límites de la quita y cuarta tendencia. Es precisamente ahí donde mejor funcionaba el sistema.

Otro día seguiremos con esto…

Apunto simplemente un párrafo que he leído a propósito de las inversiones realizadas por Warren Buffett, el hombre más rico del mundo (año si, año no depende de la cuenta de Bill Gates )… Me ha parecido interesante, porque ya son muchas las referencias que indican que Buffet ha llegado a soportar inmensas perdidas, pero ha aguantado y ha sabido vender en el momento adecuado, logrando un % anual increible durante sus ya muchos años de inversión (ronda el 23% de media)… dejo el texto:

Pero la verdadera enseñanza, la más importante y más difícil de entender en esta época que nos ha tocado vivir, posiblemente sea el absoluto desprecio con que los cuatro grandes (Buffet…), y muchos más de su escuela de inversión, hacen del factor temporal. El tiempo, esa cosa que ahora resulta que vale dinero, y que suele llevar a toma decisiones de inversión erróneas, es totalmente obviado por estos reconocidos inversores. Asombra ver como Buffett, a sus ochenta y pico años, aún sigue realizando sus inversiones como si fuese inmortal hoy en día en que la inmediatez prima sobre cualquier otra cosa y la inacción se entiende como cobardía: hay que comprar y vender. Si no, parece que no sabes de qué va esto. Si los pocos que pueden resistirse a la tentación del mercadeo constante merecen todo mi respeto, cuando se trata de profesionales, además, cuentan con mi admiración. Esa es, bajo mi punto de vista, la verdadera piedra angular de su legado, la más importante lección que un inversor debe tratar de aprender.