====== Poemas o párrafos de literatura en los que se hace referencia a los ríos ======
===== MIGUEL HERNANDEZ =====
...
===== Tu ribera apacible, ingrato río de Lope de Vega =====
==== Soneto 9 ====
Tu ribera apacible, ingrato río,\\
y las orillas que en tus ondas bañas,\\
se vuelven peñas cóncavas y extrañas,\\
y fuego tu licor sabroso y frío.\\
Abrase un rayo tu frescor sombrío,\\
los rojos lirios y las verdes cañas,\\
niéguente el agua sierras y montañas,\\
y sólo te acompañe el llanto mío.\\
Hasta la arena, que al correr levantas\\
se vuelvan fieros áspides airados;\\
mas, ¡ay!, ¡cuán vana maldición esperas!,\\
que cuando en ti mi sol baño sus plantas,\\
con ofenderla tú, dejó sagrados\\
lirios, orilla, arena, agua y riberas.\\
===== PIRAGUAMONTE, PIRAGUA...=====
(Lope de Vega)
Piraguamonte, piragua,
piragua, jevizarizagua.
Bío, Bío,
mi tambo le tengo en el río.
Yo me era niña pequeña,
y enviáronme un domingo
a mariscar por la playa
del río del Bío Bío;
cestillo al brazo llevaba
de plata y oro tejido.
Bío, Bío,
que mi tambo le tengo en el río.
Piraguamonte, piragua
piragua, jevizarizagua.
Bío, Bío,
que mi tambo le tengo en el río.
===== Hermosas ninfas, que, en el río metidas de Garcilaso de la Vega=====
==== Soneto XI ====
Hermosas ninfas, que, en el río metidas,
contentas habitáis en las moradas
de relucientes piedras fabricadas
y en columnas de vidrio sostenidas;
agora estéis labrando embebecidas
o tejiendo las telas delicadas,
agora unas con otras apartadas
contándoos los amores y las vidas:
dejad un rato la labor, alzando
vuestras rubias cabezas a mirarme,
y no os detendréis mucho según ando,
que o no podréis de lástima escucharme,
o convertido en agua aquí llorando,
podréis allá despacio consolarme.
===== Río Moro de Jorge Isaacs =====
Tu incesante rumor vine escuchando\\
Desde la cumbre de lejana sierra;\\
Los ecos de los montes repetían\\
Tu trueno en sus recónditas cavernas.\\
Juzgué por ellos tu raudal, fingíme\\
Tras vaporoso velo tu belleza,\\
Y ya sobre tu espuma suspendido,\\
Gozo en ahogar mi voz en tu bramido.\\
¡Qué mísera ficción! Quizá en mis sueños\\
He recorrido tus hermosas playas,\\
En esas horas en que el cuerpo muere\\
Y adora á Dios en su creación el alma;\\
Que sólo dejan en la mente débil\\
Pálidas tintas y memorias vagas\\
Pero te encuentro grande y majestuoso,\\
Rey ponderado del desierto hermoso.\\
Bajo el techo de musgos y de pancas,\\
Abrigo del viajero solitario,\\
El rudo y fatigoso movimiento\\
De tus ondas veloces contemplando,\\
Del fondo de las selvas me traían\\
Las auras tus perfumes ignorados,\\
Mezcla del azahar y del canelo,\\
Gratos aromas de mi patrio suelo.\\
Entonces una lágrima rebelde\\
Humedeció mi pálida mejilla,\\
Dulce como esas que á los ojos piden\\
Caros recuerdos de felices días\\
Elocuente, si hay lágrimas que encierren\\
La historia dolorosa de una vida;\\
Aquí llevóla indiferente el río,\\
Murió como las gotas de rocío.\\
Eres hermoso en tu furor: del monte\\
Lanzado en tu carrera tortuosa,\\
Vas sacudiendo la melena cana\\
Que los peñascos de granito azota;\\
Y detenido, de coraje tiemblas,\\
Columpiando al pasar la selva añosa.\\
Las nieblas del abismo son tu aliento\\
Que en leyes copos despedaza el viento.\\
¿ De dó vienes así desconocido\\
Con tu lujo y misterios? ¿ Gente indiana\\
Hacia el Oriente tus orillas puebla\\
En verdes bosques y llanuras vastas,\\
Cuyo límite azul borran las nubes\\
Que en el confín del horizonte vagan?\\
Dime, ¿ esas tribus que do naces moran,\\
Viven felices ó miseria lloran?\\
Pienso que á orillas del raudal velado\\
Por grupos de jazmines y palmeras,\\
Púdica virgen de esmeraldas ciñe\\
Su negra y abundante cabellera;\\
Y acaso el homicidio sangre humana\\
A los cristales de tus linfas mezcla,\\
Y al odio y al amor indiferente\\
Confunde sus despojos tu corriente.\\
Vi al pescador de los lejanos valles\\
Tus peñas escalando silencioso,\\
La guarida buscando de la nutria\\
Y el pez luciente con escamas de oro\\
Contóme hazañas de su vida errante\\
Sentado de mi hoguera sobre el tronco;\\
Le vi dormir el sueño de la cuna,\\
Y envidié su inocencia y su fortuna.\\
La fúnebre viragua repetía\\
Sus trinos que saludan al invierno,\\
Y luces de topacio y de diamante\\
Te daba del relámpago el reflejo;\\
En las cavernas tu rumor ahogando\\
Tristes gemidos modulaba el viento\\
Así admiré tu pompa y hermosura\\
Entre las sombras de la noche oscura.\\
Viajero de regiones ignoradas,\\
Ay! ni una sola de tus ondas crespas\\
A encontrar volveré, ni de mis pasos\\
En tus orillas durará la huella.\\
Más celosa que el tiempo que convierte\\
Ricas ciudades en llanuras yermas,\\
Guarda natura su secreto al hombre\\
Y do escribirle osó, borra su nombre.\\
Como burbujas en tu manto llevas,\\
Irán los soles sobre ti pasando,\\
Y te hallarán los de futuros siglos\\
Como hoy- undoso, trasparente y raudo.\\
No existirá ni la ceniza entonces\\
De mí, que rey de la creación me llamo,\\
Y si guarda mi nombre el mármol frío,\\
Lo hollará con desdén el hombre impío.\\
Más felices las flores de tu orilla,\\
Nacen, al aire su perfume exhalan,\\
Marchitas ya, se mecen en la espuma,\\
Y mil, más bellas, sus capullos rasgan\\
Más felices tus ondas, al Oceano\\
Van á gemir en extranjeras playas;\\
Y yo con mi ambición pobre y proscrito,\\
De mi raza...infeliz purgo el delito.\\